Ambas cajas protagonizan la primera unión en la comunidad después de la aprobación del Frob. Dejan la puerta abierta para que se sumen otras entidades al proyecto.
De esta manera, se unen el líder andaluz con la entidad más pequeña de las cinco con sede en esta comunidad autónoma (con tres millones de euros de beneficios ocupa el penúltimo lugar, el 44º, de todas las cajas españolas). De hecho, la posición de Unicaja en el ránking nacional –sexta o séptima dependiendo de los baremos que se analicen– no variará tras la unión.
La operación, por ello, tiene un valor más simbólico que económico, sobre todo para el presidente de Unicaja, Braulio Medel, el más veterano de todas las cajas con dos décadas en el cargo. En primer lugar, con esta unión logra ampliar en otros dos años su mandato, que concluía en 2010. Además, abre el melón de las numerosas fusiones que, con toda seguridad, se van a registrar a lo largo de los próximos meses en el conjunto del país.
Mapa nacional
El problema es que el Ejecutivo presidido por José Antonio Griñán ya ha mostrado su rechazo a matrimonios interterritoriales. Una alternativa que ha ofrecido el sucesor de Manuel Chaves –firme defensor de crear una caja única– es la integración de las cinco entidades, pero conservando sus nombres y el control sobre la obra social en sus respectivos territorios.
Y mientras esto sucede en Andalucía, el resto de autonomías aguarda para concretar los primeros movimientos. Cataluña se postula como la siguiente en continuar el baile de cajas, dado que cuenta con una decena. Desde hace meses y presionadas por las indicaciones del Banco de España y la Consejería de Economía de la Generalitat, las entidades catalanas han iniciado conversaciones. De hecho, el mes pasado, las cajas de Sabadell, Terrassa y Manlleu llevaron su fusión al Banco de España.
Fuente:Expansión
Las Cajas empiezan a mover ficha. Algunas serán por motivos económicos, otras por decisiones estratégicas. También hay cajas que se niegan a posibles fusiones (por ahora), a no ser que sean ellos las que las lideren y sean sus ciudades las sedes de las nuevas entidades, como es el caso de Caja Granada o Cajasol.
En fin, tendremos que ver como termina dicha propuesta, ya que no es la primera fusión que se empieza a fraguar y termina con las relaciones rotas, aunque está da la impresión de que se llevará a cabo ya que parte de un acuerdo privado sin requerir ayudas económicas del Banco de España.
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